El derbi de LaLiga entre el Espanyol y el Barcelona, disputado en el Estadio Cornellà se vio interrumpido brevemente a los diez minutos de juego tras un atropello múltiple en las inmediaciones del inmueble.
Según los reportes, el incidente, que dejó 13 heridos leves, fue accidental y no representaba un riesgo para los asistentes al encuentro, que podría coronar al Barça como campeón de Liga.
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El árbitro César Soto Grado detuvo el partido tras un anuncio por megafonía que informaba: “accidente controlado sin heridos graves”.
La comunicación generó revuelo en las gradas, donde parte de la afición del Espanyol comenzó a gritar “¡Asesino! ¡Asesino!”, exigiendo la suspensión del encuentro.
Algunos aficionados de la barra de los Periquitos incluso abandonaron el estadio en señal de protesta. Tras consultas con las autoridades, el árbitro decidió reanudar el juego, que continuó sin mayores incidentes.
De acuerdo con la información que circuló al inicio, una mujer perdió el control de su vehículo y arrolló a varias personas, dejando un total de 13 heridos leves.
“Sería accidental y hablamos de 7 u 8 personas heridas leves”, indicó inicialmente un portavoz de la policía catalana, aunque más tarde se confirmó la cifra de 13 lesionados.
“La situación está controlada y en ningún caso supone un riesgo para las personas que se encuentran en el interior del recinto deportivo”, aseguraron.
La intervención oportuna de los elementos de seguridad evitó que la situación escalara entre la afición enardecida.
La conductora fue detenida, y las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer las circunstancias del incidente, sin descartar ninguna línea de indagación.
Por el momento, no se han proporcionado más detalles sobre las causas del accidente o el estado de los heridos, todos con lesiones menores, pero que de alguna manera empañaron la fiesta por el duelo de ambos equipos.
El encuentro, que representa una oportunidad para que el FC Barcelona conquiste su título de Liga número 28, retomó su curso normal tras la breve pausa.
La tensión inicial no afectó el desarrollo del partido, que continuó bajo un ambiente de alta expectación.
